Friday, December 2, 2011

Resignada

2011 se ha convertido en el año más sangriento de Puerto Rico. Ya sobrepasamos las 1,000 muertes violentas y faltan par de semanas para que se acabe el año, lo que significa que nos quedan muchos días para que cualquiera de nosotros se convierta en un número a sumarse en tan tenebrosa lista. Si, cualquiera de nosotros puede ser víctimas de la violencia rampante que arropa al país y que al parecer a muy pocos le importa lo suficiente como para hacer algo al respecto. Preferimos hacernos de la vista larga, y como siempre, entretenernos con los bochinches de turno, siendo el último de moda el de la hija tontuela de un convicto ex-político corrupto y un cantante frustrado que perdió en un Reality Show.

El país se nos va de las manos, se hunde. Ya no nos atrevemos a divertirnos como antes, a salir con amigos, a sentarnos en el balcón a tomar fresquito en la mecedora. Ahora llegamos a la casa y antes de bajarnos del carro tenemos que mirar a todos lados y correr a abrir la puerta y cerrar las 12 cerraduras que tuvimos que instalar. Ya no podemos dejar las ventanas abiertas por la noche y preferimos poner el aire en high, pagar más en la factura de la luz y olvidarnos que fuera de las cuatro paredes de nuestra casa, el peligro acecha.

Entonces cuando nuestros padres o familiares nos llaman,  preocupados porque no estamos tomando las precauciones debidas le decimos que son unos paranoicos, que la vejez los tiene maniáticos pero cuando colgamos sabemos que tienen razón. El Puerto Rico en que vivimos no es igual al de hace 20 años. El Mundo que viven los niños de hoy es un Mundo mucho más duro, cruel, difícil y así mismo crecen ellos, sin inocencia, adelantados a sus años, con muy poca compasión, sabiendo demasiado, quizá mucho más de lo que deberían saber. Acostumbrados a los tiros, a la sangre y la violencia, a líderes corruptos, a trampas y peleas y a chismes de farándula sin talento. Si no tienen padres que le enseñen valores van a crecer con el alma endurecida e inmune al dolor. Si no tienen quien los guíe y los proteja quizá ni lleguen a la edad que tenemos nosotros ahora.

Entonces, reflexiono y me pregunto, cuantos asesinatos van a haber dentro de 5 años. ¿Romperemos record y llegaremos a los 3,000? ¿En esos tiempos nos atreveremos a ir a un concierto, a cenar con amigos o nos encerraremos aún más? ¿Los niños irán a la escuela con chalecos anti-bala y cascos? ¿Tendremos que ponerle cristales blindados a los carros para que una bala loca no nos alcance mientras guiamos? De pensarlo se me paran los pelos, me da pavor, terror. 

Mientras sigamos de brazos cruzados y nos preocupemos solo por sobrevivir día a día Puerto Rico irá de mal en peor. Mientras no exijamos a nuestros líderes más acción y menos palabrería y pelea partidista nada pasará. Mientras nos dejemos envolver con bochinches pendejos de personas que nada aportan a nuestras vidas y nos desenfoquemos de lo que realmente importa seguiremos en picada.  A veces, calladita, me voy en un viaje mental y me dan unas ganas terribles de que las Profecías Mayas sean verdaderas y que en Diciembre 21 del 2012 pase algo que cambie el mundo en que estamos viviendo. Que como por arte de magia todo cambie para bien. Me da más miedo que siga como está a que se acabe y re-comience. Entonces me sacudo, me doy par de pescozás y sigo viviendo, con miedo, con muy pocas esperanzas de que esto mejore....resignada. Uy, que horrible.